Nuestra red: faroambiental
El advenimiento de las denominadas “nuevas tecnologías de la información” influencia las actividades cotidianas del ciudadano del tercer milenio, impactando las diversas instituciones sociales de distinta manera. La Educación no se escapa a estos cambios, hoy por hoy surge una gran gama de posibilidades por explotar y un sin número de retos por asumir. Las nuevas formas de comunicación se caracterizan por estar cada vez más al alcance de todas las personas, no solo por el volumen de información que se maneja sino que también por sus formas de presentación y sobre todo, por ser las dinamizadoras de cambios de diferente orden, ya sea político, económico, social y cultural.
Estas nuevas tecnologías se convierten en catalizadoras de la acción educativa ya que están íntimamente ligadas al papel que la sociedad ha establecido para la educación no solo formal propiciada por las instituciones educativas de diferentes niveles, sino que también la educación informal propiciada por los diferentes medios de comunicación y su importantísimo papel en la sociedad en general.
La participación en las redes sociales no solo permite incluir una nueva tecnología para el manejo de la información ambiental de una manera no lineal, es decir en un solo sentido como se manejaba hasta ahora, sino que construye un cuerpo de conocimiento, donde los diferentes grupos expresan y dan sentido a la importancia del cuidado del medio ambiente en este caso. La información se construye de una manera radial, a partir de una temática y/ó contexto particular donde se pueden evidenciar el trabajo colaborativo y corporativo de un grupo de personas, cada una aportando una parte de ese cuerpo de conocimiento.
La interacción social, utilizando el potencial y el beneficio de la redes sociales ha permitido el nacimiento de nuevas formas de comunicación, integrando no solo textos, videos, imágenes vinculados a la problemática, sino que también la construcción de una nueva forma de ciudadanía y participación, elemento fundamental para el desarrollo de Políticas Ambientales.
Valorar una información que sea un insumo para la participación en éste caso en medio ambiente es un desafío de todos. Las redes sociales, permiten llegar a las personas con diferentes niveles de formación como también de cualquier edad, adquiriendo de esta manera trascendencia principalmente en la formación de la opinión pública.
La sociedad en red, puede no solo darle un contexto vinculado con un “pensamiento espectral”, es decir, la reflexión que distingue y vincula los varios aspectos particulares y generales de un mismo problema. “Virtualizar” la problemática ambiental permite contemplar, entre otras cosas, los múltiples escenarios y/o resoluciones que ésta puede presentar. Los medios de comunicación producen significados, influyendo en la vida de las personas, donde el contacto con la realidad aparece no solo como algo inherente a la Educación Ambiental, las vivencias de la comunidad, como también la posibilidad de cambio de actitudes frente al ambiente.
Se hace necesario entender que las redes sociales, permite que el hombre adquiera identidad a través de una participación consciente, activa y comprometida con la realidad ambiental.
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