domingo, 11 de marzo de 2012

El aprendizaje Colectivo



"El tablero de ajedrez es el mundo, las piezas son los fenómenos naturales y las reglas del juego son las que llamamos las leyes de la naturaleza. No podemos vera nuestro oponente. sabemos que el juego siempre es leal, justo y paciente. Pero, por nuestra propia experiencia, sabemos que nunca pasa por alto un error, ni hace la más mínima concesión a la ignorancia"
                                                                        Thomas Henry Huxley



¿Por qué necesitamos participar de temas ambientales? ¿Qué manifestamos cuando nos preocupamos de un tema particular? ¿Cuál es la imagen interna que tenemos con respecto al medio ambiente? ¿Por qué fracasan muchas veces las acciones a favor del medioambiente? Un periódico español opina sobre la importancia de la divulgación sobre Ciencia y Medio Ambiente.

  
Todos seguramente tenemos intenciones altruistas para el cuidado del medio ambiente, “perseguir una meta elevada”. Para lograr esto se necesita una visión genuina del entorno, las acciones positivas no se concretan, ni se sostienen por que existe una “orden”, una “ley”, tampoco se aprende porque se lo ordenan, sino porque se lo desea.

Muchas veces sucede que no tenemos conciencia de cuáles son nuestros modelos mentales en relación al concepto del medio ambiente, nuestro entorno y las acciones que ejercemos sobre él. Si esa conciencia existiera entra en conflicto con poderosos y tácitos modelos institucionalizados, arraigados desde hace mucho tiempo,   a lo  largo de varias generaciones.

Desde la decadencia urbana hasta la amenaza ecológica global, residen  las mismas políticas bien intencionadas que intentan  resolver los problemas ambientales, no podemos negar que escuchamos, vemos, buenas intenciones de sanear el ambiente frente alguna tragedia. El problema radica en que  existe una marcada tendencia  a actuar sobre los síntomas visibles, y no sobre las causas subyacentes,  generando  beneficios  a corto plazo, tangibles,  muchas veces encubren  perjuicios a largo plazo, creando la necesidad de intervenciones sobre nuevos   síntomas.

El comienzo de crear una “conciencia colectiva” de la importancia de nuestro entorno es considerarnos parte de él en todo momento y todo lugar, conectados al mundo para decirlo de alguna manera, en vez de considerar que el factor externo causa nuestros males, nuestros problemas, veremos que nuestros actos crean las condiciones para que los problemas ambientales que experimentamos, se desarrollen.

Unir a las personas en torno a un problema, le confiere identidad, una aspiración común. Pensar al ambiente como “un todo”, donde el dominio personal y la visión compartida son relevantes para explotar el potencial de cada persona, desarrollar ese potencial de acción y cambio a favor de nuestro ambiente, implica aprender el arte y la práctica del “aprendizaje colectivo”.

Muchas organizaciones ambientalistas consumen mucha energía detrás de problemáticas ambientales, que son el resultado de un proceso social no repentino, sino procesos lentos y  graduales. El aprendizaje de una organización, un grupo, etc. es fundamental a la hora de producir los cambios necesarios y sobe todo seguros. La naturaleza tiene muchos ejemplos para copiar.







No es tan complicado construir una organización inteligente,  puede ser visto como un arte, un aprendizaje como modo de vida, a favor de algo que nos compete a todos, nuestro entorno. Hay muchas maneras de comenzar, nadie pone en duda la importancia de la Educación Ambiental en Instituciones educativas,  pero   el potencial de quienes no van ya a la Escuela es enorme, desarrollan sus vidas en distintos ámbitos donde  el medio ambiente también existe. Los ateneos, encuentros de Lectura, encuentro de especialistas de distintas áreas en lugares públicos, Instituciones, los distintos medios de comunicación deben sentirse responsables de su rol en este gran desafío, que es cuidar la vida.


Lic. Sandra Uano















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